¡No me lo puedo creer! (Aunque,
claro, yo no soy una believer.) ¡Al
parecer los community managers van a
ser suplantados por los social media
managers o los record managers,
que se ve que son los NEXUS 7 de la imagen cibernética.
Sin en cambio, como dirían los
que no tienen embargo, con una buena crowdfunding,
hoy en día un community manager puede
reciclarse cual basura orgánica y entregarse sin freno al cine o a la música.
Eso siempre que no pille el E. Coli, que, by
the way, quedó sobradamente demostrado que nada tenía que ver con el pepino
español. Creo que hasta los hacktivistas defendieron la hortaliza ibérica. Cosa
que no hicieron las feminazis, claro está (pues todo el mundo sabe que el
pepino es un símbolo fálico en todas las pelis en que aparecen mujeres
cabreadas en la cocina cortando susodichos, aunque la zanahoria también sirve).
Pero bueno, eso son cosas del
hembrismo, movimiento por cierto que, junto con el perroflautismo, hay quien
intenta confundir con el 15M y los Indignados, que somos –o deberíamos ser– todos. Además, hasta el máximo exponente de «It Girl» sabe que el fanatismo, sea del color que
sea, está pasado de moda. O no. No, ahora que lo pienso, por desgracia, más bien no.
Lo que tampoco pasa de moda de momento
es el Merkozy, ese romance que podría anunciarse como la cerveza ésa que es algo así como «una mezcla de sofisticación
francesa y pragmatismo alemán».
Pragmatismo
que, por cierto, ha engendrado nada menos que el mítico mini-job, un invento laboral que da menos de 400 euros mensuales a (imagino) minipersonas
que miniviven en minicasas donde minicomen, miniduermen y se minirreproducen.
Yo no las he visto porque son muy pequeñas; me figuro que serán como los
neutrinos ésos que viajan a una velocidad superior a la de la luz. Aunque nada
de eso se sabe con seguridad, porque todo es felativo, como bien saben en el
fondo los papaflautas, si bien su cegadora fe les impide ver el bosque, los
árboles y hasta la propia hierba. Pero, ¿a quién quieren engañar? ¿Quién no ha
tenido un piquetón? En fin, qué más da, si esa gente se cree que la prima de
riesgo es una parienta con escote pronunciado y microfalda...
Total, que la vida es absurda. No
hay más que ver, por ejemplo, que la Primavera Árabe empezó en otoño, tócate el
moño. No obstante, ya le están ganando protagonismo las start-ups. Una start-up es
una especie de ambiciosa starlet que
va a por todas pero en forma de empresa.
El que no se aclare con lo que le
cuento, siempre puede buscar más info en su tableta o en cualquiera de sus gadgets, como, por ejemplo, el smartphone. De paso se pondrá al día de
los TT o trending topics, de los
cuales ya no forma parte el wakarumor (que yo llamaría guacarrumor) ni el wakaromance
(que escribiría guacarromance), porque hoy va todo muy deprisa y eso ya es agua
pasada y, si me apuran, hasta estancada. Ahora lo que se lleva es el WhatsApp,
que va a arrasar con los SMS. Mola.
Al principio pensé "Uarafakishitokinabaud", pero luego todo quedó perfectly klíe.
ResponderEliminarFirmado:
Una minilectora
¡Jajajaja! Ur comment is FA KIN SU PA! ;D TA!
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